Suele ser frecuente escuchar en los medios de comunicación que la salud de nuestro planeta esta en peligro pero a la vez es común la frase ''Somos todos responsables".
Así claman las voces de alarma universal y la generalización absuelve, pues si todos somos responsables nadie en particular es culpable.
Los datos ocultos bajo el palabrerío revelan que el 20 % de la humanidad comete el 80 % de las agresiones contra la naturaleza y es la humanidad entera quien paga las consecuencias de la degradación de la tierra.
De esta manera hoy el planeta esta en peligro y con él sus recursos naturales.
Especficamente el agua paso de ser un bien libre a ser un bien escaso y económico.
La problemática es de carácter cuantitativo y cualitativo.
El agua esta distribuida de manera desigual, pues el 60% de las reservas de agua dulce están concentradas en un grupo de paises.
Por otro lado la escasez del agua se ubica en el triangulo conformado por Tunez, Sudan y Pakistan.
En cuanto al caracter cualitativo de la problemática, refiere al hecho de que a medida que aumenta el consumo del agua se eleva tambien el derroche con un mayor nivel de vida de la población.
Solo el 55% del agua extraída se consume, mientras que el 45% restante se pierde, ya sea por derrame o evaporación durante el riego.
En nuestro continente suenan voces del pasado que nos dicen que somos hijos de la tierra y que la madre no se vende ni se alquila.
También nos anuncian otro mundo posible.
Las voces antiguas que nos hablan de comunidad.
La comunidad, el modo comunitario de producción y de vida, es la más remota tradición de las Américas, la más americana de todas: pertenece a los primeros tiempos y a las primeras gentes, pero también pertenece a los tiempos que vienen y presiente un nuevo mundo.
Por lo tanto el desafío es garantizar un uso racional del agua.
lunes, 27 de julio de 2009
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